Pero hoy no seré yo quien cabalgue sobre ti.
No serán mis labios ni mi lengua los que humedezcan tu erección.
Hoy no será a mi a quien embistas con bravura haciéndome gritar, apretando fuerte la almohada para que los vecinos no llamen a la local.
No será mi pelo el que agarrarás haciendo una coleta mientras entras en mi desde atrás.
No me apretarás fuerte cuando veas en mi cara que me voy a correr, ni será sobre mi pecho desnudo sobre el que te vacíes.
Hoy mis pezones añorarán tus labios, son conscientes de que tu boca está haciendo endurecer los de otro cuerpo.
Esta noche otra te calentará la cama, pero no el corazón.
Esta noche no es nuestro sudor el q baña mi cara, son mis lágrimas que acaban perdiéndose en mi almohada y me saben más saladas que nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario